Excursión por los Everglades de Miami

¿Quién no recuerda a Sonny Crockett (a Don Johnson, vamos) persiguiendo a los malos en aerodeslizador por los pantanos cercanos al Miami más corrupto y vicioso? Bueno, los menores de 35 años, supongo; ay, benditos millenials…

Pues esos pantanos son los Everglades, y son una visita obligada si vas a viajar a Miami (hay quien se acerca incluso desde Nueva York). Es uno de los parques naturales más grandes y más fotogénicos del país.Si te estás informando sobre qué ver en Florida, sigue leyendo; te contamos por qué hacer una excursión por los Everglades, incluyendo la mítica ciudad de Key West, la más meridional de todos los Estados Unidos.

Qué son los Everglades y qué tienen de especial

Para empezar, no está claro si la punta sur del estado de Florida es un pantano o un arroyo muy ancho; de hecho, sus primeros habitantes lo llamaban “Arroyo Verde”. Lo que está claro es que es húmedo, cálido y está plagado de mosquitos y aligátores.

Dicho así, los Everglades no son un lugar precisamente acogedor. Y es cierto, nunca lo han sido; siempre han querido drenarlos, cultivarlos o destruirlos… Y casi se consiguió; pero hoy se intentan preservar a toda costa.

¿Por qué? Por su gran riqueza natural (y sus atractivos turísticos, hay que decirlo). Declarado Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera, es un complejo y variado sistema ecológico:

       
• Carrizales. Al norte predominan estas “praderas” acuáticas surcadas por laberínticos canales.
       
• Sotos. Encina, almácigo, zapote, palma real, palmito salvaje y otros árboles constituyen verdaderos islotes de tierra firme.
       
• Bosques de cipreses. A medio camino están los terrenos donde el ciprés de los pantanos (y arces, laureles y fresnos) campan a sus anchas. El Big Cypress, al este, es su territorio.
       
• Pinares. El pino de Florida es otro de los protagonistas botánicos de la zona.
       
• Manglares. No podían faltar estos colonizadores de las costas, sin miedo a la sal.

Datos prácticos para no perderse

Si la costa oeste de los Everglades, de West Palm Beach a Miami, está totalmente urbanizada, la punta Sudeste (las llamadas Ten Thousand Islands) es la parte mejor preservada. Aquí puedes informarte si quieres visitarla.

En cuanto al Parque Nacional propiamente dicho, aunque la web oficial del parque no es la mejor del mundo, puedes consultarla pasa saber más sobre tarifas, accesos y otros detalles si quieres visitarlo por tu cuenta.

Pero lo más normal es visitar los Everglades en excursiones más o menos organizadas. Sea como sea, lo que no puede faltar en tu visita es un paseo en aerodeslizador por los humedales y un avistamiento de aligátores (tranquilo, que abundan).Si tienes más tiempo, es posible dormir en algunos alojamientos esparcidos por distintos puntos del parque, hacer recorridos en bicicleta o kayak, visitar granjas de aligátores y mucho más.

‍TIP VIAJERO: El centro-norte de la zona, desde Kissimmee (justo al sur de Orlando, siguiendo el río homónimo) hasta el lago Okeechobee también es muy digno de verse, pero es otra cosa: uno de esos pedacitos de la América sureña profunda sin tapujos ni maquillajes.

Cayo Hueso, el Caribe gringo

El extremo sur de Florida es una sucesión de cayos, o sea, islas bajas y arenosas originadas en manglares. Tal vez el más famoso de ellos es el último y más occidental, el mayor, el que en inglés se conoce como Key West.

Cayo Hueso, Florida, es el extremo sur del país. Un trocito de Caribe en Norteamérica. Es el refugio de escritores como Hemingway (el de los sanfermines) y presidentes como Truman (el de la bomba atómica). El mejor remate a tu visita a los Everglades.

¿Merece la pena venir? En nuestra opinión, sí. Cierto, los principales atractivos turísticos no son para tirar cohetes:

       
• La casa de Hemingway. El borrachuzo y genial escritor pasó aquí diversos periodos de su vida. No fue el único escritor que lo hizo.
       
• Mallory Square. Al final de Duval St., la calle comercial y de ocio por antonomasia (Sloppy Joe’s incluido), hay una plaza frente al mar donde todas las tardes hay mercadillo y espectáculos circenses.
       
• Conch Republic. Un enorme cono marca el extremo sur del país y las famosas 90 millas que separan Florida de Cuba. Y además, fue una efímera república independiente… ¡en 1982!
       
• Si te gusta el necroturismo, gozarás aquí. Aparte de añejo y ameno, parece un concurso de lápidas cómicas.

Pero… Su ubicación lo hace un lugar muy diferente al resto de Estados Unidos. Actividades acuáticas y familiares aparte, tiene el encanto que sólo los esquinazos estadounidenses más heterodoxos pueden tener.

Los Everglades de Miami son toda una referencia de rango mundial en cuanto a turismo natural y de exterior se refiere.

Además de lo que te hemos contado, en las cercanías encontrarás pequeñas reservas indias, buenos emplazamientos de astrofotografía y un marisco de primera.

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‍Conecta con las raíces, date un respiro y vive una experiencia irrepetible, de las que no se olvidan fácilmente.

Lo más seguro, lógico y normal es que llegues a los Everglades y Cayo Hueso desde Miami. Por si acaso no tienes claro qué hacer en la ciudad, lee nuestro post: Qué ver en Miami si tienes poco tiempo.

‍Como su propio nombre indica, es una guía breve para una visita breve a la Ciudad Mágica. Lo esencial, y al grano.