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Hoy venimos a hablaros de la piña. No de la piña del pino, ni de un grupo de gente muy unido, ni de la que me estoy ganando por pasarme de gracioso, no, sino de la piña tropical. Ananas comosus, vaya. Esa, esa que está tan buena. Esa que se encuentra en El Hierro como en su casa.
Primero daremos un repasillo general a lo que sabemos de la piña, antes de hablar un poco de las características del cultivo de la piña en El Hierro y comentaros algunos de los usos que podemos darle en la cocina a esta suculenta fruta.
Cuando los europeos llegaron a América se quedaron entusiasmados con la piña. Los portugueses la calificaron como “la reina de las frutas”; en principio fue por sus hojas, que parecen una corona, pero luego su sabor y cualidades la consagraron el en puesto.
Para los amantes de las curiosidades: la palabra “ananás”, por la que se conoce también a esta fruta, viene del guaraní “naná naná”, y significa algo así como “perfume de los perfumes”. ¡Qué te parece!
¿De dónde salen las piñas? Sí, de una planta, pero la verdad es que (yo al menos) no tenía mucha idea de cómo era esa planta de la piña hasta que las vi por primera vez, en Cuba. Es bajita, con unas hojas largas parecidas a las del fruto de un color verde claro.
Cada planta puede dar entre una y tres frutas en cada cosecha, pero se le suele dejar sólo una y usar las otras para replantar. En la siguiente foto podéis ver qué pinta tiene una plantación de piñas.
Es casi innecesario hablar de los beneficios de la piña para la salud (del que la come, claro; no vale sólo con mirarla), pero bueno, ahí va una pequeña lista:
Además, las calorías de la piña por 100 gramos son unas 50 (kilocalorías). O sea, muy poco. Menos que la alcachofa, por ejemplo. Es muy rica en fibra, especialmente el tronco central, lo que la hace muy apreciada por las personas que quieren hacer una dieta adelgazante.
Decíamos al principio que la piña tropical se ha adaptado de maravilla a la isla de El Hierro. Hoy en día se cultivan unas 130 hectáreas en la isla (con unas 900 toneladas anuales de producción media), buena parte de las cuales forman parte de la Cooperativa Frontera.
El clima es, cómo no, la clave del éxito, como nos cuenta esta productora. Las temperaturas suaves y las precipitaciones regulares de El Hierro, junto con el fértil suelo y la altitud, son ideales. Además, desde la región se innova para facilitar su comercialización, como vemos en esta reciente y alentadora noticia.
Las plantaciones (la variedad más habitual es Roja Española, aunque también se dan la Andina y la MDZ) están concentradas en la parte septentrional de la isla. Conforman un paisaje inaudito cuando el fruto está brotando o en el momento de la recolección. La verdad es que es un verdadero espectáculo.
En tu próxima visita a la isla ya tienes algo que añadir a Qué hacer en tu escapada de fin de semana a El Hierro: visitar una de las plantaciones de piñas que pueblan el Golfo de Frontera.
RECUERDA QUE: Si quieres ver las plantaciones en todo su esplendor, la temporada de cosecha de la piña es el verano; ¡la planta sólo da fruto una vez cada dos años! Pero no pasa nada, porque los agricultores alternan la producción…
Pues de todo. Es decir, la piña se puede comer y preparar de muy distintas maneras. Personalmente, como más me gusta es cruda, aunque hay que reconocer que lo de meterla en almíbar fue un gran invento. ¡Pero hay muchas más posibilidades!
Aparte de comerla a bocados, el zumo es la forma más evidente de degustar la piña. Bueno, y también están los cócteles… ¿A quién no le gusta una piña colada de vez en cuando? Hay muchos otros combinados que cuentan con la piña en su preparación: Singapore Sling, Barracuda, Mary Pickford, French Martini, Dejavu… ¡Y más!
TIP VIAJERO: En Brasil suele beber el zumo de piña con hierbabuena, en Cuba la comen con un poco de sal, y en México le ponen chile en polvo (cómo no…). ¿Combinaciones imposibles? ¡Tú prueba, prueba!
Como es un digestivo tan estupendo, la piña es un ingrediente perfecto para incluir en los platos donde la carne es la protagonista, especialmente en asados. Lo más habitual es verla acompañando carne de cerdo, aunque en el sudeste asiático (que es donde mejor hacen esto) saben que también va muy bien con la ternera.
Pero seguramente sea en los postres donde la piña tropical despliega todos sus encantos. Aquí la lista es interminable. Mousse de piña, tatín de piña, tarta de zanahoria y piña, cheesecake de piña colada… Voy a parar, que se me hace la boca agua…
Ya sabes, la próxima vez que te pases por El Hierro no puedes dejar de probar la piña tropical de la isla.
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