Tel Aviv es conocida como “La Ciudad Blanca” y es una fusión perfecta entre Oriente y Occidente. Una ciudad moderna de apenas 100 años, pero creada bajo cimientos de hace milenios, que son la base principal para que tenga la fuerza que la caracteriza.
Es una de las capitales gastronómicas mundiales, donde uno puede encontrar una variedad de platos e ingredientes que hacen que inevitablemente se caiga rendido en su mezcla de sabores. Locales donde tomar algo, chiringuitos a pie de playa, restaurantes con mucho encanto… Todo tiene cabida en esta ciudad que hace que la comida Kosher sea uno de los pilares principales de su gastronomía, pero donde también sus cocinas se abren a otros gustos culinarios y mezclas que llevan otras tradiciones históricas y religiosas.
Es una ciudad que se refresca con limonada con menta, y sabe a shawarma (el conocido kebap turco). Sus ensaladas frescas y condimentadas con cilantro hacen que uno sienta el Mediterráneo en la boca. Sus panes de pita rellenos de pollo o cordero son el principal reclamo de todo el mundo, junto con el hummus, el cual es el entrante perfecto para saborear la esencia de Israel.
Su mar atrae al sol en el atardecer para disfrutar de momentos inolvidables en el paseo marítimo mientras el cielo se tiñe de naranja y los surfistas intentan atrapar los últimos rayos de sol. Sus aguas cálidas que bañan la arena fina traída de Egipto y la gente practicando diversos deportes mientras los chiringuitos ponen música chill out con dj’s, es una combinación muy sugerente para no desperdiciarla en esas últimas horas del día.
Tres playas son las más importantes de Tel Aviv. Por un lado, la playa de Nordau que es principalmente para judíos ortodoxos (donde se bañan por separado los hombres de las mujeres), por otro lado la playa Hilton (que es la zona gay por excelencia) y por último la playa Gordon (que es bastante turística).
Sus playas están rodeadas por un paseo marítimo lleno de restaurantes, tiendas y hoteles que son realmente increíbles. Además, en la arena se puede disfrutar de chiringuitos para tomar algo y comer o cenar; y también por la noche como si fueran un pub.
Se puede tener la opción de practicar diversos deportes como el surf, volley, gimnasio, padel, ping-pong… Y es que para los habitantes de Tel Aviv el deporte es otra religión más y el culto al cuerpo es muy procesado. Todas sus playas están equipadas además con juguetes para niños, duchas, cabinas para guardar objetos, ceniceros, hamacas, mesas, guardacostas y todo tipo de servicios para que el día se perfecto.
Ver un atardecer allí es obligatorio y recomendamos verlo tanto en un chiringuito tomando algo, en la propia arena mientras uno se moja los pies, como en la zona de la Marina (pequeño puerto de barcos privados) donde hay un pequeño malecón de rocas para sentarse y ver como el sol desaparece en el mar y la gente hace padel-surf.
Y aunque Tel Aviv no es una ciudad que cuente con mucha historia debido a lo moderna que es, cuenta con otros puntos de interés para visitar además de sus playas.
Por un lado; su Boulevard Rothschild construido en 1910 alberga la mayoría de los edificios de arquitectura Bauhaus de la ciudad. Este tipo de arquitectura fue declarada Patrimonio de la Humanidad por La Unesco en 2003 y existen alrededor de unos 4000 por toda la ciudad, pero en este Boulevard se pueden ver la mayoría.
La arquitectura de estos edificios es el motivo principal por el que Tel Aviv recibe el nombre de “la ciudad blanca” y su origen proviene de la escuela que existía en Alemania antes de la II Guerra Mundial y que fue cerrada cuando los nazis alcanzaron el poder. Todos los judíos que huyeron en esa época de Alemania hacia Israel decidieron seguir con esta tendencia, y es la ciudad del mundo donde más se pueden ver.
Además de este Boulevard, recomendamos pasear tanto por la calle Ben-Yehuda como Rehov Meir Dizengoff. Ambas calles están llenas de comercios, cafés, restaurantes, tiendas de masajes, heladerías… Unas calles animadas de día y de noche para comprar algo y comer.
Por último y no porque sea menos interesante; recomendamos visitar el Carmel Market. A nosotros nos encanta visitar los mercados en las ciudades que vemos porque entendemos qué es una parte importante para descubrir la esencia de la ciudad. En este caso se trata del mercado principal de Tel Aviv, y es un lugar que sabe a especias, frutas y dulces. En él se puede comprar desde diversos productos hasta recuerdos.
Caminar entre sus puestos es descubrir sensaciones de la gastronomía de la ciudad. Uno se queda hipnotizado viendo como preparan zumos de granada, venden baklavas, pruebas dátiles y aceitunas u observas las vasijas llenas de diversas especias. Es una visita que recomendamos enormemente para comprobar ese día a día de la ciudad y aprender un poco más de ella.
Sin lugar a dudas Tel Aviv es mágica y atrayente. Es una ciudad vibrante que enamora desde el minuto uno gracias a todo lo que ofrece y a su gente llena de simpatía.
Una ciudad segura y abierta a todo el mundo (en ella incluso se celebra uno de los Orgullos Gay más importante del mundo) que hace que uno se sienta en todo momento como en casa y no quiera irse.
Tel Aviv engancha y hace que la persona que la visita quiera volver antes de marcharse.
Si queréis ver nuestra experiencia en esta increíble ciudad, podéis pulsar el siguiente enlace que corresponde al vídeo que hemos realizado en nuestro canal de Youtube.
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