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Hay muchos lugares para visitar en el mundo. Es más, yo diría que prácticamente cualquier lugar es visitable. Puestos así, hacer un viaje a China es, por estadística pura y dura, una cuestión de tiempo más que de elección.
Los destinos asiáticos están cada día más cerca, y muchos nos animamos a adentrarnos en ellos para descubrir misterios ignotos… Pero en el caso chino, debemos tener siempre en cuenta la escala. China es, simplemente, inabordable en un solo viaje, salvo que dure un par de lustros.
Así que vamos a plantear este texto como si fuésemos de viaje a China, pero a una China abstracta, sin distancias ni límites. Total, estamos seguros de que hablamos de un primer viaje, tras el que vendrán otros muchos. Ojo, que China atrapa…TIP VIAJERO: China alberga 27 patrimonios culturales, 7 patrimonios naturales y 4 patrimonios dobles de la Unesco. Y muchas otras cosas de las que casi nadie hemos oído ni hablar. Así que hay que tomárselo con humildad…
Un complejo palacial con cinco siglos de pervivencia (1420-1924), 72 hectáreas, 980 edificios y 10000 estancias no podría pasar desapercibido aunque no ostentase un nombre tan atractivo. El hogar de los últimos 24 emperadores y epicentro espiritual chino alberga hoy el llamado Museo del Palacio, con un acceso restringido a “apenas” 80000 visitantes diarios.
Este complejo es sin lugar a dudas los mejor que ver en Pekín, la capital china. En sus edificios (algunos con nombres tan evocadores como Salón de la Suprema Armonía o Palacio de la Pureza Celeste) y jardines se dan cita la armonía y la opulencia estéticas como en ningún otro de los monumentos de China.
Además, aquí encontraremos impresionantes colecciones artísticas que nos recuerdan quiénes eran los emperadores chinos. Cerámica de porcelana, escultura en bronce y menajes de jade alternan con relojes, libros y pinturas que marean por su cantidad y calidad.
Viajes a China por primera o vigésima vez, la Gran Muralla estará siempre ahí. Más que nada porque una construcción con 21000 kilómetros (bueno, recorre “sólo” unos 6000 kilómetros), un porte de 6 metros de alto y 4 de ancho y que ha sido construida durante 21 siglos, difícilmente puede pasar desapercibida.
En realidad, la Gran Muralla es una maraña de diferentes construcciones defensivas que, a pesar de su diversidad, siempre tuvieron un propósito común: defender el Imperio del Centro (o sea, China) de los bárbaros del norte y el oeste. Esta maraña atraviesa distintos paisajes de China de este a oeste bajo muy diversas formas, y sólo conservamos de ella en torno al 30 %.Aunque la Gran Muralla es algo que ver en China desde la frontera con Corea hasta la mítica Puerta de Jade, hay varios lugares fácilmente accesibles desde Pekín (como Jinshanling) donde se concentra la mayor parte del turismo internacional y las imágenes más icónicas de la muralla.
Las ciudades de China han dejado a las japonesas a la altura del betún en cuanto a futuro tecnodistópico se refiere; si no entiendes el palabro, quiere decir “muchas lucecitas y cosas raras del futuro juntas”. A la cabeza de esas ciudades está Shanghai. Y, por encima de ella, el Mirador SWFC.
Aunque con sus 492 metros y 101 pisos es “apenas” el cuarto rascacielos del país y el segundo de la ciudad, tiene algo que los demás no: un mirador sobre su apertura superior. Desde allí, en tres niveles (SkyWalk94, 97 y 100), apenas unos centímetros de cristal te separan del aire libre y de una caída de 474 metros.
Las vistas son, como podrás imaginar, impresionantes. Una ciudad del siglo XXII se despliega bajo tus pies, y el efecto es especialmente apabullante de noche. Esta experiencia hace, por sí sola, que cualquier viaje a China merezca la pena.
Un viaje a China orientado a descubrir las maravillas naturales del país no puede prescindir de las afloraciones kársticas del sur del país, entre las que destacan los espectaculares paisajes de Guilin (a estas alturas nos estamos quedando sin adjetivos…).No es exagerado decir que estas maravillas geológicas dejan de piedra (perdón por el chiste fácil) a aquellos que tienen la suerte de verlas y recorrerlas. Los deportes de exterior que nos acercan a estos parajes y las excursiones que nos ponen en contacto con las costumbres chinas son las actividades más demandadas aquí.
Desde los bancales arroceros a las escarpadas selvas, pasando por la cultura gastronómica local, el equilibrio es la clave para entender la naturaleza, la sociedad y la historia de esta zona. Las numerosas atracciones en torno al río Li y sus innumerables montañas te lo muestran.
Y lo mejor es que hagas lo que hagas, vayas a donde vayas, no habrás hecho más que empezar...
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¡Es la hora de redescubrir el mayor país del mundo!
Como has visto, en este artículo no te hemos dado la paliza con la logística (danos tiempo), pero para los más aprensivos ahí está Tu botiquín imprescindible para viajar.
En ese artículo se menciona el caso chino y encontrarás los enlaces necesarios para estar al día en cuanto a sanidad turística internacional se refiere.
