El año pasado, para celebrar el 30 de mayo el Día de Canarias, realizamos un concurso de fotografías de nuestras islas. El primer premio consistía en dos billetes para volar a Iguazú (Argentina) y así visitar las Famosas Cataratas de Iguazú. El ganador fue @kevinagre92 con una foto aérea maravillosa. Kevin nos ha redactado un artículo precioso sobre su viaje de 7 días lleno de fotos y mucha información útil. Nos hace especial ilusión publicarlo porque, como él mismo indica ¡Le hemos ayudado a cumplir un sueño viajero!
Llegar a Iguazú desde Canarias no es como dar una vuelta a la esquina a por pan, eso es un hecho, dado que tenemos que desplazarnos hasta Madrid, de ahí hasta Paraguay, y del aeropuerto de este hasta Iguazú, como pueden ver es un poco movidito, pero al fina de este post, verán que vale la pena estas casi 14h de vuelo.
A la llegada a Iguazú (ARG) donde son 4h menos que en Canarias, buscamos el servicio de transporte que habíamos contratado al propio hotel; nuestra sorpresa fue que al esperar como unos 30 min la aparición del chófer, este no aparecía por ningún lado, viéndonos entonces tirados en medio del aeropuerto, sin línea, sin internet y sin transporte.
Fue entonces cuando nos dimos cuenta que la gente de Sudamérica se esfuerza es hacerte lo más ameno posible tu viaje, siempre que esté dentro de sus posibilidades, pues un señor que no tenía nada que ver, al preguntarle que si sabría como poder movernos hasta el hotel, se ocupó de hablar con distintos servicios para darnos presupuestos, así como de indicarnos donde se podría coger otro servicio que te dejaba en la puerta del hotel, los ómnibus, lo que supuso unos 8€ dos personas hasta el hotel desde el aeropuerto.
A la llegada al hotel y tras quejarnos del abandono, se disculparon y nos dijeron las posibilidades que teníamos para poder movernos por Iguazú.
El hotel en sí, como todos los hoteles de Iguazú (los normales), son bastante corrientes, sin ningún lujo ni comodidad extra que no sea una cama, un baño y unos cajones para la ropa. El precio de este rondaba los 25€ la noche lo cual no era caro si teníamos en cuenta la localización de este.
Primero pasamos 4 días y 3 noches en Iguazú (ARG) los cuales distribuimos de la siguiente manera:
Como mencionamos anteriormente, el primer día fue un poco para asentarnos en la localidad y situarnos dentro de ella. Tras hacer la facturación, vaciar las maletas y pegarnos una buena ducha tras 14h de avión, miramos que podríamos ver cerca del hotel, sin irnos muy lejos dado que estábamos reventados y empezábamos a notar el cambio horario.
Por lo que nos fuimos caminando hasta el centro de la ciudad (AV. Brasil). Ahí comimos en un mexicano (Tacopado) que la verdad estaba increíblemente bueno y súper barato para todo lo que comimos… y bebimos. De ahí fuimos hasta la frontera de los 3 hitos, donde se podía ver Brasil, Paraguay y el río de Paraná, que hace de frontera entre los 3 países.
Después de caminar bastante paramos camino de vuelta a cambiar dinero puesto que allí se utiliza el peso argentino, que al cambio 67 AR$ son 1€, por lo que te verás con muchísimos billetes cambiando poco dinero. Tras tomar un refrigerio, volvimos al hotel, donde nos dieron la posibilidad de pedir comida a domicilio.Fue cuando probamos las deliciosas milanesas argentinas, para chuparse los dedos.
Contratamos de nuevo, y para lo que restaba de días en Iguazú un servicio de transporte que nos propuso el hotel, el chico era de lo más amable y tras comentarle nuestra idea de ir primeramente a Argentina y luego a Brasil, él nos comento que mejor hacerlo al revés, dado que la emoción estaba en Argentina y se solía dejar para el final (y que además si lo hacíamos así nos haría 50% de descuento al compartir transporte con otra pareja, de donde sacamos una amistad)
Pues dicho esto nos dirigimos hacia Brasil, haciendo parada en inmigración para el control del pasaporte, allí nos cuadró un día climatológicamente pésimo, todo el día lloviendo a tromba, acabamos enchumbados de arriba abajo, pero no nos impidió disfrutar de esta maravilla de la naturaleza.
La entrada tuvo un costo aproximadamente de 8€ por persona (relativamente barato para lo que podemos ver). El chico tenía toda la razón, a pesar de la lluvia fue un camino súper sencillo en el que podías ver tranquilamente todas las caídas del otro lado, estábamos impresionados.
Obviamente llegamos reventados al hotel, pero aún así nos quedaron ganas de ducharnos, poner todo a secar y salir a cenar a un sitio que nos recomendaron (La vaca enamorada), fuimos caminando, porque como todo, estaba cerca, y probamos algunos platos deliciosos, como una fondiou de uvas rojas y unas carnes muy ricas.
Al tercer día nos tocaba ver el lado argentino de las cataratas, en este lado nos gastamos algo más de dinero dado que quisimos hacer el llamado bautismo de las cataratas, esto es una excursión en una “zodiac” bastante grande por dentro del río lo que incluye meterte debajo de algunas cataratas para realizar el “bautismo”, algo que me pareció exageradamente increíble. La excursión tuvo un costó de 40€ por persona, pero lo recomiendo al 100%, lo único que recomiendo llevarse una muda de todo, de arriba abajo porque acabas empapado; lo bueno es que ellos te dejan una bolsa hermética donde metimos el dron (el cual no pudimos volar en ninguna zona de cataratas por la prohibición que ponían) la cámara, etc.
Después de esta excursión tan movidita, nos dirigimos a realizar la caminata (la entrada fue un poco mas cara que en Brasil, unos 10€) a través del parque la cual lleva bastantes horas si las quieres hacer todas, unas 4 o 5h, pero que vale totalmente la pena.
Esta se divide en 3 rutas la de la garganta, la inferior y la superior. Nosotros nos dimos prisa y pudimos verlas todas.
Como el día anterior, llegamos reventado, pero al ser la última noche en Iguazú…de momento, hicimos el esfuerzo de prepararnos e ir a cenar a un asador que nos recomendaron en el hotel (Sin Fronteras), era de estilo brasileño y elegimos una opción que era pagar unos 27€ los dos y comer de todo lo que había, algunas cosas no nos gustaron, otras no las pudimos acabar y otras estaban deliciosas, la verdad que fue un acierto ir.
Nos quedamos con ganas de realizar una cosita en Brasil y por eso volvimos, esa cosita era poder ver las cataratas desde los aires, … ¡EN UN HELICÓPTERO!
Al estar preparando el viaje desde casa, vimos que se podía realizar, pero vimos que eran como unos 230€ algo totalmente fuera de presupuesto.
Nuestra sorpresa fue que al llegar y comentarlo con el chico que nos hacía de chofer dijo que era mucho más barato… y tanto, no llego a 100€ por personas, fueron alrededor de 98€, y desde luego fue algo soñado e inolvidable, un show el poder vivir esta maravilla de la naturaleza desde el aire.
Una vez finalizada la excursión por los aires de argentina, nos dispusimos para ir directamente desde Brasil al aeropuerto de Iguazú para viajar a Buenos Aires, ya que en Iguazú no había nada más que hacer.
A la llegada a Buenos aires, nos recogió el servicio del hotel (RIVER HOTEL) y nos trasladó al mismo. A partir de ahí utilizamos Uber para todo, muy cómodo, eficiente y muy, muy barato.
El primer día en Buenos Aires no hicimos mucho dado que llegamos reventados y era tarde, así que fuimos simplemente caminando hasta el puente de las mujeres y cenamos una hamburguesa por la zona. La vuelta lo hicimos en Uber para no caminar tan tarde por las calles.
La primera mañana la teníamos organizada y nos levantamos temprano para ir de ruta, fuimos caminando hasta el Barrio de Boca, ida y vuelta, hicimos muchísimos km a pie.
Durante esta ruta hicimos varias paradas. Primero paramos (cosa que hay que hacer obligatoriamente) en la pequeña estatua de Mafalda que se encuentra en medio de Buenos Aires, algo muy típico de esta Buenos Aires. La segunda parada que hicimos fue en casa mínima, que es la casa más angosta de la ciudad con tan solo 2,5 de ancho y 13 de profundidad.
Después de hacer estas dos paradas, que se encuentran una muy cerca de la otra, seguimos con nuestro plan de ruta, el cual indicaba que la siguiente parada era el popular Mercado de San Telmo, donde desayunamos en una pequeña cafetería frente al mercado, además de ver un par de tiendas que visitaríamos los últimos días para comprar un par de suvenires.
La siguiente parada, tras reponer fuerzas con un alfajor típico de argentina, la hicimos en la mítica Bombonera, el templo del fútbol argentino, donde por supuesto, no pude resistirme a realizar el tour y a comprarme la camiseta de este club histórico argentino. Desde luego una experiencia que no olvidaré en la vida y por un precio que no llegaba a 9€ por persona.
En las inmediaciones del estadio me di el lujo de volar el dron y coger alguna toma aérea del estadio, lo cual lo hizo mucho más impresionante.
Comimos en un restaurante muy conocido de la zona (El Gran Paraíso), y sin duda alguna, la mejor comida que nos pegamos en toda Buenos Aires, y no será por no probar sitios y cosas.
Continuamos por el barrio de Boca, hasta que llego la hora de volver al hotel, disfrutado de cada parada y cada esquina de esta ciudad que no tiene nada de lo que te puedas cansar.
Antes de llegar al hotel, nos paramos en el Café Tortoni, donde disfrutamos de uno de los mejores cafés y algo para picar antes de volver a la habitación, pero antes de esto, tuvimos que ir al obelisco para contemplarlo iluminado, algo que me pareció impresionante.
En el segundo día en esta ciudad, fue menos movido pues fuimos a un de los lugares más increíbles que he visto como es la Librería Ateneo Grand Splendid, un teatro convertido a librería, donde puedes tomarte un café mientras lees tu libro favorito.
Después del Ateneo, nos dirigimos al Centro Cultural de la Recoleta, previa parada en La Panera Rosa, un lugar muy “cool” para desayunar o tomar algo. Al cruzar la calles estábamos en La Recoleta ya, un lugar fantástico para la gente creativa dado que rebosa arte en todas las esquinas.
Para acabar el día fuimos en Uber a Palermo Soho, un lugar vintage a las afueras de la ciudad de Buenos Aires, donde puedes comprar ropa y tomar algo.
Nosotros nos decantamos más por lo segundo, en lo que dejaba de llover para poder volver al hotel y cenar un McDonald’s en la cama calentitos (que por cierto es algo distinto a los productos de España en cuanto al sabor se refiere)
Nos levantamos en Buenos Aires, donde como dije al principio, nos dirigimos de nuevo hacia el mercado de San Telmo a comprar un par de cositas muy chulas que vimos y corriendo al aeropuerto para volver a Iguazú.
Cogimos el avión y en 2h estábamos en Iguazú de nuevo donde como ya habíamos visto todo, pasamos un rato de piscina y fuimos a cenar a un buen restaurante para despedirnos de la mejor manera posible de Argentina, con una buena carne.
Y al día siguiente se acabo nuestro sueño de 7 días, volvimos para Canarias cargados de experiencias y de nuevos sueños de viajes.
Mil gracias a TuBillete.com por cumplir nuestro sueño.
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