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Una escapadita a Berlín es un gran plan para unas minivacaciones, un puente o un fin de semana largo. No te preocupes por el itinerario, porque aunque no te dé tiempo a conocer la ciudad como la palma de tu mano, no es difícil encontrar mucho que ver en Berlín sin gran esfuerzo.
Nosotros vamos a proponerte algunas ideas para pasar tres días intensos recorriendo la ciudad, visitando los lugares más emblemáticos y otros menos conocidos y frecuentados. En todo caso, son sólo sugerencias, de las que puedes partir para hacerte tu viaje a medida en función de lo que más te guste.
Porque Berlín es, ante todo, una ciudad viva, en constante cambio, donde encontrarás atractivos “de andar por casa” donde menos te lo esperes: edificios reciclados, mercados improvisados, rincones de regusto comunista... Si te estás informando acerca de qué ver en Berlín en 3 días, esto te interesa.
TIP VIAJERO: Berlín es una ciudad extensa. El U-Bahn y el S-Bahn son formas muy ágiles y baratas de moverse, pero hay muchas otras: trenes de cercanías y tranvías en algunas zonas, bicis de alquiler…
En torno a la Puerta de Brandenburgo
Es a Berlín lo que el Coliseo a Roma, así que es casi obligatorio empezar por aquí. También es el centro de la ciudad actual, así que es un buen punto de partida y referencia para conocer la zona.
La Puerta de Brandenburgo es, oh sorpresa, una puerta de acceso a la ciudad construida a finales del siglo XVIII. Alrededor de ellahay mucho que ver en Berlín:
Unter den Linden (“Bajo los Tilos”), un boulevard amplio y tranquilo con enormes edificios monumentales alrededor: Plaza París, las Óperas (de Comedia y del Estado), la estatua a Federico II, las Catedrales de Gendarmenmarkt y “la otra” (la de Santa Eduvigis)… Si sigues andando llegarás a la Isla de los Museos y Alexanderplatz, el otro centro de la ciudad.
Tiergarten. Dirigiéndote hacia hacia el oeste, por la calle 17 de junio, cruzarás el mayor pulmón de la ciudad, Tiergarten, que se merece un artículo por sí mismo. Si no te distraes te encontrarás con el Memorial Soviético a sus soldados caídos y la Siegessäule, la columna que conmemora las victorias prusianas.
Reichstag. Si no te has quedado a vivir en Tiergarten y a descubrir sus muchas sorpresas, puedes acercarte al Parlamento alemán, históricamente muy importante y con una cúpula de cristal muy interesante. Puedes visitarlo.
En dirección opuesta, hacia el sur, encontrarás primero el monumento conmemorativo del Holocausto judío, un lugar construido en 2004 que se ha convertido en una parada obligada. Y si sigues por EbertStrasse adelante, pronto llegarás a Postdamer Platz, uno de los centros neurálgicos de la ciudad.
La larga sombra del muro
Entre todas las cosas que ver en Berlín, todo lo relacionado con el archifamoso muro está entre lo principal.
El muro era un muro. Quiero decir que era una pared de 45 kilómetros que partía la ciudad (luego continuaba circundando todo Berlín Occidental, claro), por lo que puedes encontrar vestigios y elementos relacionados en varios puntos de la ciudad. ¡Vamos a buscarlos! ?
Mauerpark. De lo mejorcito que ver en Berlín, y no tanto por el muro en sí (unos 800 metros) como por la movida juvenil y contracultural que se monta allí, mercadillo de los domingos y karaoke incluidos. Cierto que hace 10 años era otra cosa, igual que el barrio, Prenzlauer Berg.
Sitio conmemorativo del Muro. Si el tema te interesa en sí mismo, no te puedes perder este enclave de aproximadamente un kilómetro en Bernauer Strasse (muy cerca de Mauerpark), un “punto caliente” donde encontrarás un centro de documentación entre otros elementos.
East Side Gallery. Es un lugar emblemático para la ciudad y para el arte urbano mundial. En este tramo de más de un kilómetro encuentras el muro mejor preservado y magníficos trabajos artísticos. Está junto al río, entre Friedrichshain al este y Kreuzberg al oeste.
El Checkpoint Charlie es eso que ver en Berlín que nadie quiere perderse, así que es el punto más turístico de la ciudad. Escenario principal de la guerra fría, hoy encontramos una caseta con dos hombres disfrazados de soldados y un museo.
La ruta del Este
No, no nos vamos a Estambul, aunque pueda parecerlo al principio. Vamos a dar un largo paseo que nos llevará por los cuatro barrios con más personalidad de Berlín: Charlottenburg, Kreuzberg, Friedrichshain y Prenzlauer Berg.
Charlottenburg es el Berlín que soñaba la burguesía alemana de la preguerra. Apacible, elegante, con amplias casas y pequeños jardines… Hoy es la zona más “occidental” (Ku’damm, su milla de oro). Sólo la Iglesia memorial Kaiser Wilhelm desmiente el sueño.
Kreuzbeg fue el barrio turco, luego el barrio cosmopolita y hoy el más gentrificado, seguramente, de la ciudad. En todo caso, sigue teniendo un gran encanto. No busques monumentos (que los hay), busca el canal Landwehr, Hallesches tor, Kottbusser Tor…
Friedrichshain, el barrio de Good bye, Lenin! Arrasado en la Segunda Guerra Mundial, fue el sueño europeo de Stalin hecho realidad; basta recorrer Karl-Marx-Allee y ver Frankfurter Tor para darse cuenta. Tras 1989 fue una zona de renta baja, la meca del movimiento okupa y de la música electrónica.
Uno de los barrios con más natalidad de Europa, ¿en Berlín centro? Pues sí, Prenzlauer Berg. Era un barrio obrero y artesano respetado más en los bombardeos bélicos que en la era soviética. Mantiene un aire encantador (ah, Kastanienallee, qué delicia), y Schönhauser es el centro de la marcha berlinesa.
Estas son sólo algunas muestras representativas de lo mucho que hay que ver en Berlín, una ciudad llena de atractivos.
Pero la ciudad no se agota ahí. Recorriéndola te encontrarás con muchos otros atractivos que cautivarán tu atención sin ninguna duda. ¡Déjate llevar! ?
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En este viaje, como en cualquier otro, abre bien los ojos, las orejas, la nariz… ¡Prepárate para recibir y procesar un montón de estímulos nuevos!