Notre Dame: La catedral que resurgirá de sus cenizas

16/4/2019

¡Notre Dame resurgirá de sus cenizas!

Desde la fatídica tarde de ayer, medio mundo está pendiente de las últimas noticias que llegan desde Paris.

Desgraciadamente, uno de los iconos más representativos de ciudad, la Catedral de Notre Dame, comenzó a arder pasadas las 18:00 horas (hora local), dejando perplejos a los ciudadanos y turistas que se encontraban en la zona.

En cuestión de minutos, la noticia se difundía a lo largo del planeta.

Con el corazón encogido por el suceso, personas de todas las naciones observaban incrédulos por televisión o en sus dispositivos móviles, las imágenes de como el fuego devoraba parte de la estructura del edificio.

Un profundo sentimiento de tristeza y abatimiento inundaba las redes sociales de inmediato.

Miles de viajeros publicaban fotos del monumento recordando su visita y expresando gran dolor por este grave acontecimiento.

Desde Tubillete.com queremos solidarizarnos con el pueblo francés que ha visto como uno de sus símbolos más queridos ha quedado bastante afectado por las llamas.

Nos unimos, además, a la pena que padecen todos aquellos que, como nosotros, se sienten "ciudadanos del mundo" y que también consideran a la catedral como un lugar sublime y único.

El post de hoy tiene un sabor agridulce, pero creemos fielmente que Notre Dame, resurgirá de sus cenizas con la ayuda de todos.

Volverá, con el tiempo, a brillar de la manera en la que hoy la recordamos con nostalgia.

LA HISTORIA DE NOTRE DAME: La catedral que resurgirá de sus cenizas

La primera piedra de esta catedral, una de las más antiguas de estilo gótico, fue colocada en el año 1163 por el Papa Alejandro III.

De culto católico y dedicada a La Virgen María (la traducción de su nombre significa “Nuestra Señora”) se sitúa en la pequeña Isla de la Cité, rodeada por las aguas del río Sena en la ciudad de Paris.

Siendo el monumento europeo más frecuentado (alrededor de 13 millones de visitantes al año), ostenta por mérito propio el título de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Este edificio ha sido, durante más de 8 siglos, testigo de grandes momentos de la historia mundial:

La coronación de Enrique VI de Inglaterra en 1431, el nombramiento de Napoleón Bonaparte como emperador en 1804, La beatificación de Juana de Arco por el Papa Pío X en 1909...

¡No se concibe la historia de Francia sin Notre Dame!

Para entender la importancia de este monumento para los franceses.

Sólo basta con recordar que sus campanas fueron las que anunciaron, el 24 de agosto de 1944, la liberación de la opresión nazi sobre el pueblo de Francia durante la Segunda Guerra Mundial.

Uno de los personajes ilustres que se encargó de ensalzar la imagen de la catedral fue el escritor Victor Hugo.

En su célebre e inmortal obra, “Nuestra Señora de París” (data de 1831), nos relata la historia del jorobado “Quasimodo”.

Este personaje encuentra refugio de las burlas que sufría a causa de su aspecto en las dos torres del campanario de Notre Dame (de 69 metros de altura cada una).

Su amor por la gitana de nombre Esmeralda, ha enternecido a millones de personas durante décadas siendo plasmado su argumento en multitud de ocasiones tanto en el cine como en el teatro.

Otro elemento característico y fascinante de la construcción son sus famosas y múltiples gárgolas:

Representaciones en piedra de unas figuras grotescas, animales o humanas, que vierten agua a través de la boca y que se sitúan en los tejados para servir como desagües.

La más conocida de las gárgolas, de nombre “Stryge”, mira a la ciudad de París desde las alturas con la cabeza apoyada en sus manos.

En 1965, bajo la cripta de la catedral, se descubren las ruinas medievales sobre las que se alzan su cimientos. Posteriormente, se crea un museo para preservar la integridad de este extraordinario legado.

EL DESAFORTUNADO INCENDIO DEL 15 DE ABRIL DE 2019

Los últimos comunicados que nos llegan desde Francia en estos momentos (las 14:30 horas del 16 de abril) nos informan de que el incendio ha sido totalmente extinguido.

Ya se han comenzado las investigaciones para discernir el origen del fuego, el cual, inicialmente, no parece que haya sido provocado.

La catedral se encontraba en obras en el momento que se iniciaron las llamas.

Como consecuencia de este nefasto incidente:

  • La armadura ha quedado destruida y una parte de la bóveda.
  • Así como la torre en forma de aguja que se alzaba a 93 metros de altura, se han derrumbado.

El interior se encuentra calcinado…¡Pero no todo son malas noticias!

El conocido como “Tesoro de Notre Dame” (que se alojaba en la edificación ) formado entre otros objetos por la corona de espinas de Jesucristo y la túnica de San Luis, se encuentra a salvo.

Al igual que muchas de las obras de arte que se hallaban en este lugar.

De igual manera, parece que los tres rosetones principales y el órgano principal (intrumento musical de la catedral) no han sido arrasados por el incendio.

De momento, también han aguantado en pie los dos campanarios  más primordiales.

Pero hay que ser cautos porque es ahora cuando se empezará a evaluar cuidadosamente qué daños ha sufrido la estructura total del monumento y la gravedad de los mismos.

Queremos mostrar nuestro profundo y sincero agradecimiento a los más de 400 valientes bomberos que llevan horas trabajando sin descanso para sofocar el fuego.

Todos ellos han arriesgando su vida al entrar en un edificio en llamas para poner a salvo todo lo que podían.

¡Mediante las palabras de nuestro artículo queremos mandar un mensaje positivo y de esperanza!

Por este motivo, no hemos puesto fotos del desastre acontecido. Nuestras imágenes reflejan la catedral en todo su esplendor, tal y como queremos recordarla.

Sabemos que llevará años conseguir que Notre Dame vuelva a ser lo que era, por eso deseamos de corazón que las personas a las que le compete esta ardua tarea, desde la parte administrativa e institucional, hasta la más técnica, no cesen en su empeño hasta lograr que este simbólico y majestuoso monumento consiga deslumbrarnos a todos como en épocas pasadas...

¡Y pueda seguir maravillando a las generaciones futuras!

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