La lluvia en Sevilla será una maravilla, pero en la cornisa cantábrica es de lo más normal del mundo. Eso no quiere decir que aquí esté siempre lloviendo, pero que tienes muchas papeletas, eso sí. Y qué ver en Bilbao puede variar bastante en función de eso…Lluvias aparte (que para eso se inventaron los paraguas y los impermeables), es sorprendente lo que puede dar de sí Bilbao en un día. La renovación de la ciudad en los últimos veinte años la ha colocado entre las mejores del mundo para vivir.
Ven a descubrir por ti mismo el “Bilbao way of life”. Hoy, si llueve, poco paseo, poco mercadillo y poco surf vamos a hacer; pero veras que hay cosas de sobra que ver en Bilbao en un día, aunque sea a cubierto.
NO TE PUEDES PERDER: Vale, antes de ir más allá, por supuesto que puedes pasar el día de pintxos, el pasatiempo bilbaíno número uno. Pero eso ya te lo hemos contado en otra ocasión…
Ubicado en pleno Bilbao centro, la vieja alhóndiga de Bilbao fue concebido como un almacén de vino y aceite a principios del siglo XX. Hoy es uno de los espacios cívicos más polivalentes de la villa, donde la participación ciudadana se hace a través del arte, el deporte y el ocio.
Por sí mismo, el edificio es una de las cosas interesantes que ver en Bilbao, por su marcado carácter a la vez monumental y funcional, con un aire ecléctico en el exterior y una diáfana estructura industrial interna. Nunca antes se había usado el hormigón armado de esta manera en la ciudad.
Pero es que, además, el Azkuna Zentroa no deja opción al aburrimiento. Su agenda se aprieta todavía más en su décimo aniversario con exposiciones audiovisuales, presentaciones multidisciplinares y actividades en sus instalaciones deportivas (terraza, piscina, gimnasio). Ya te dijimos, de lo mejor que visitar en Bilbao.
Pocas cosas más amenas y a la vez melancólicas (sobre todo si llueve) que ver pasar la vida desde una ventanilla, viendo un documental en vivo de la ciudad que visitamos por el precio de un viaje en transporte público. Como hay mucho en Bilbao que ver, vamos a hacer doblete.
Primero vamos a coger un tranvía… Bueno, El tranvía (así no hay pérdida), que nos llevará desde Bilbao La Vieja hasta el parque de La Casilla, siguiendo la ría por el lado izquierdo. Nos encontraremos con el mercado de La Ribera, el Teatro Arriaga, la estación de Abando, las míticas instalaciones de Euskalduna y el no menos mítico San Mamés…Aunque este parezca un recorrido turístico, queda una cosa crucial que ver en Bilbao: el propio Bilbao. Para ello, nada mejor que el funicular de Artxanda. Inaugurado en 1913, un pepinazo en la guerra lo dejó K.O. hasta 1983. Sólo tenemos que acercarnos a la plaza homónima para subir al monte que le da nombre. Aquí, más detalles.
Claro, tienes razón; no se puede visitar Bilbao y pasar de su museo más icónico, ¡sobre todo si llueve! Pero un momento, ya hemos escrito sobre esto… Bueno, uno de los mejores museos del mundo bien merece dos artículos, ¿no?
Si el edificio tiene un buen lejos y de cerca es capaz de dejarte sin habla, el interior es de una luminosidad verdaderamente impresionante. Y, claro está, guarda tesoros artísticos de primer orden en cuanto a arte contemporáneo se refiere, pintura y escultura. Que si Rothko, que si Koons, que si Chillida…Eso sin hablar de sus actividades, que son de primera, y de las exposiciones, que son sin duda las mejores que ver en Bilbao en su género. Visitas guiadas gratuitas, mesas redondas, talleres, performances, creación abierta y espacios de experimentación orientados a los niños completan la oferta del Guggenheim.
Como si no hubiera bastantes cosas que ver en Bilbao. Pues somos así, nos salimos del mapamundi un momentito. Pero no nos vamos muy lejos, con la que está cayendo… Bueno, ya que estamos, hay un sitio de esos que quitan el hipo. Está a 35 kilómetros de la capital vizcaína y se llama San Juan de Gaztelugatxe.
Aquí hay un acantilado, una isla, un puente, un sendero, unas escaleras y una ermita. Colócalos de la manera que más podría gustar a los fans de Juego de Tronos y ahí lo tienes, el Castillo de la Peña. Un recorrido de tres kilómetros y un recuerdo para toda la vida.
Mucho tiene que estar lloviendo para que la lluvia no se convierta en un aliciente más para hacer esta visita, impregnándola de romanticismo y misterio. Pero vamos, que siempre tendrás al lado Bermeo, donde el lado marinero de los vascos se manifiesta en todo su esplendor. Mira lo que puedes encontrar.
Aparte de estas ideas, Bilbao es de esas ciudades que no te cansas de recorrer y siempre encuentras algo nuevo.
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