La isla de Lobos: el paraíso canario

18/9/2019
Qué hacer

El archipiélago canario está compuesto por ocho islas, lo sabe todo el mundo… ¡Pues no! Hay más. Existen unas pocas hermanitas pequeñas (roques y farallones aparte) que acompañan a las islas más orientales, Lanzarote y Fuerteventura. La isla de Lobos es una de ellas.

Frecuentada desde la antigüedad pero raramente habitada, este pequeño islote es hoy un refugio de vida natural y un destino prioritario para los viajeros que buscan algo distinto a lo habitual en su visita a las Islas Afortunadas.

Lobos es la última frontera canaria, uno de esos paraísos cercanos plagado de rasgos inesperados. Como que sea la patria chica de la imprescindible escritora paraguaya Josefina Pla. ¿Quién podría imaginarlo? Ven, descubrirás mucho más…

¿Qué es, dónde está?

Situémonos. La isla de Lobos, Fuerteventura, separada de Corralejo, en el extremo noreste de la isla, por un canal poco profundo conocido como El Río (o el Paso de la Orchilla). Geológicamente, es un edificio volcánico inundado; La Caldera (aka el Filo de la Herradura), el punto más alto del islote, da buena fe de ello.

El nombre se lo debe a los lobos marinos, o focas monje, que la habitaban hasta ser exterminadas por los pescadores; parece ser que comían demasiado. Antes, parece haber sido visitada por los romanos, los primerísimos colonos normandos y los piratas berberiscos, cada cual por distintas razones.

En 1860-65 se construyó en la punta norte de la isla de Lobos el faro de Punta Martiño. Allí sigue, aunque el último farero se fue en 1968, con la automatización. Los portugueses que lo levantaron dejaron unos cuantas casetas, corrales, aljibes y caminos.

Después, fareros aparte (como los padres de Josefina Pla), nadie. Algún pescador. Un par de casitas de verano. Algún campista (hasta 2007). Fue propiedad privada hasta que se declaró Parque Natural en 1982 (al principio en conjunto con las Dunas de Corralejo), y definitivamente patrimonio público desde 2007.

No te esperabas esto, ¿eh? / You didn't expect this, did you?

¿Qué hay en la isla de Lobos?

Si todavía te estás preguntando por qué deberías ir a la isla de Lobos, muy fácil. Encontrarás un lugar mágicamente preservado; cruzar El Río es como cruzar a otro mundo. Sólo hay cuatro habitantes censados. Está el faro, un embarcadero, una caseta/centro de visitantes, un puñado de casas (El Puertito) y el chiringuito de Antoñito, descendiente del último farero.

Bueno, sí hay más… Pájaros, algunos realmente difíciles de ver (no en vano es ZEPA). 130 especies vegetales distintas, algunas endémicas. Una biodiversidad marina que hace salivar a los aficionados al submarinismo y el snorkel. Y una ola de derechas más que digna al pie de La Caldera.

La playa de la Concha. / Concha beach.

Y más. La playa de la Concha en isla de Lobos es casi mítica, tranquila, acogedora (sólo recuerda a su homónima donostiarra en la forma). Está entre Las playas más paradisíacas de Fuerteventura. Y si andas un poco verás varias calas y algún charco. No hay muchas rutas, y algunas de las áreas de la isla (como Las Lagunitas, en la zona oriental) son realmente espectaculares.

Y todavía más. Un yacimiento arqueológico (una factoría romana de púrpura, seguramente la más meridional del Imperio), unas salinas abandonadas, el faro, mirando al horizonte meridional lanzaroteño… Todo ello en un paisaje de volcán y de desierto, de arena y tabaiba. Desolado, intacto. Magnífico.

Lo que no hay son coches (sólo una furgoneta eléctrica), ni carreteras (sólo un puñado de senderos), ni hoteles (de pernoctar aquí nada), ni prisas. Y todo esto, a 20 minutos en barco de Corralejo. Por eso son tan valoradas las excursiones a la isla de Lobos. Y más desde la limitación de los accesos.

Playa Sotavento. / Sotavento beach.

Datos prácticos sobre la isla de Lobos

Cómo ir a la isla de Lobos desde Fuerteventura es sencillo. Hay unas pocas empresas (alguna ya casi histórica) que hacen el servicio de traslado en barco a la isla de Lobos desde Corralejo media docena de veces al día, todos los días. El precio ronda los 15€, ida y vuelta.

Pero el problema no es cómo ir de Fuerteventura a la isla de Lobos, sino cuándo. Porque, desde enero de 2019, el acceso se ha restringido a un máximo de 400 personas diarias, divididos en dos turnos (mañana y tarde). Este es el enlace del Cabildo de Fuerteventura para solicitar el permiso. Reserva con 3 ó 4 días de antelación.

El faro de Punta Martiño. / Punta Martiño's lighthouse. (Flickr - Autor Ina Widegren)

Claro que también hay numerosas excursiones organizadas que tienen la isla como destino prioritario, y que salen tanto de Fuerteventura como de Lanzarote. Tienen la ventaja de incluir la gestión del permiso (normalmente) y suelen incorporar alguna otra actividad para disfrutar la visita al máximo.

No puedes dormir, pero sí puedes comer en la isla de Lobos. En el Chiringuito de Antonio el Farero, en El Puertito. Barato, familiar, informal, acogedor, y un gran sitio para comerte un plato de pescado fresquísimo sin estridencias ni pretensiones. Con sus manteles de hule a cuadros y todo. Eso sí, va a estar lleno.

RECUERDA QUE: También puedes llegar desde Lanzarote a la isla de Lobos (son apenas unos 8 kilómetros), pero solamente en Taxi Boat; será un poquillo más caro, pero sigue mereciendo la pena.

Lo difícil es irse... / The hard moment is leaving...

¿Qué, vienes?

Seguramente te hayamos metido en el cuerpo el gusanillo por visitar la isla de Lobos. Era fácil. Te agradeceremos cualquier comentario si ya conoces la isla y nos hemos olvidado algo importante.

También puedes contactar con nosotros si vienes de viaje a Fuerteventura y te queda algún fleco suelto. Y si te gustaría que te ayudáramos a organizar el viaje, podemos ofrecerte precios muy competitivos: llámanos al teléfono 922 15 12 51 o envíanos un e-mail a blog@tubillete.com y hablamos.

Otros artículos