Viajar en familia es una oportunidad para compartir vivencias y llenar nuestras mentes de recuerdos que nos acompañarán siempre en nuestro camino. Puede parecer que las diferencias de edades entre los viajeros –desde la abuela hasta el nieto- y la variedad de opiniones a la hora de escoger planes sean un hándicap, pero nada más lejos de la realidad.
Desde TuBillete.com queremos darle ‘la vuelta a la tortilla’ y, para ello, nos remontamos a la niñera más famosa de todos los tiempos: Mary Poppins. Aquí encontrarás algunas de sus enseñanzas que servirán para disfrutar al máximo de un viaje en familia, en compañía de hijos, hermanos, suegras y lo que se tercie.
Ventajas de los hoteles ‘children friendly’
A la hora de elegir alojamiento, deja volar tu imaginación. ¿Sabías que hay hoteles que se promocionan como ‘children friendly’? Estos hospedajes ofrecen piscinas infantiles, habitaciones amplias para familias –o comunicadas entre ellas-, servicio de animación, mini clubes con toboganes y hasta niñeras. Puede que tus hijos no viajen a un mundo de fantasía, pero estarán muy cerca de ello. Cada hotel tiene su propia carta de servicios que convertirán a los pequeños en los auténticos reyes del viaje.
Siguiente recomendación: Conviértete en un viajero “de consenso”. Mary Poppins decía que siempre se puede encontrar el lado divertido de todo con solo chasquear los dedos. Intenta que haya planes para todos los gustos y la magia hará el resto: una visita al zoo para los niños, un museo para el amante de la historia o la ciencia, una terracita para tener un poco de relax… Todos deben disfrutar. Si no hay un acuerdo en algún plan concreto puedes proponer un día o una tarde libre para que cada uno se disperse según sus aficiones.
Aplica el ‘take it easy’. Organizar es una cosa y llevar un estricto planning inamovible es otra. Poppins sabía muy bien cómo equilibrar esta balanza. Las agendas son buenas compañeras pero recuerda que se trata de relajarse y pasarlo bien. Si algo no sale como esperabas ve a por la siguiente aventura. ¡Seguro que será ‘supercalifragilisticoespialidosa’!
Horarios peligrosos y oportunidades educativas Poppins era alegre pero estricta cuando debía serlo. Por ello, te recordamos que algunos horarios son importantes, especialmente lascomidas. Cuando viajas en familia es habitual que el grupo de comensales sea amplio. Por este motivo, te recomendamos evitar las horas de mayor afluencia en los restaurantes. ¿Un ejemplo? Si estás en la Península quizás sea mejor comer a las 13.00 en lugar de las 14.00. Mejor no improvisar. De hecho, si en tu llegada o paseo matutino divisas algún local que te guste, plantéate reservar mesa –si es posible- para evitar esperas.
Y… con un poco de azúcar, la “píldora” pasa mejor. ¿Sabías que las comidas de verano se pueden convertir en una oportunidad perfecta para introducir buenos hábitos en los niños? Los expertos en psicología infantil aseguran que los pequeños están más abiertos a probar comidas nuevas –esas que poco gustan- en verano. Al pasarlo muy bien durante el día y estar entretenidos su mente está más abierta al cambio. ¡Aprovéchalo!
Asimismo, si has decidido alojarte en un apartamento y cocinas en él, puedes acostumbrar a los niños a que se impliquen en tareas como la recogida de la mesa. Recuerda. Chasquea los dedos, conviértelo en un juego y, al volver a casa, no les resultará extraño participar en estas labores.
Como se suele decir: ‘Carpe diem’. Aprovecha el momento y disfruta del presente. Es el mejor consejo que te podemos ofrecer para disfrutar de tus vacaciones en familia.