Cada viaje que hacemos no comienza al cerrar las maletas, ni en ese emocionante momento en el que el avión despega las ruedas del suelo y nos sentimos vibrantes pensando en nuestro próximo destino.
Cada viaje que hacemos comienza en el momento en el que empezamos a soñar con él, a preparar cada detalle, imaginar cada rincón y cada sonrisa que nos encontraremos y planear los nuevos recuerdos inolvidables que vamos a fabricar.
Cada viaje, es único y cada cuál, viaja a su manera. Pero os vamos a contar un secreto… un secreto que hará que cada viaje que hagas sea verdaderamente inolvidable…
Y el secreto es… ¡La organización!
Ya, ya, sabemos lo que estás pensando. Qué secreto tan poco épico para algo tan emocionante como es viajar. Pero creednos, una buena organización y planificación adecuada es la clave para viajar, bien, barato, seguro y sobre todo, ¡mucho!
¿De cuánto tiempo dispongo? ¿Cuál es mi presupuesto? ¿Cuál es el mejor momento para ir a ese sitio que tanto me gusta?
Son preguntas a las que deberemos dar una respuesta antes de dar el siguiente paso para no acabar mareados.
A todos nos gustaría viajar a medio mundo y recorrer cada continente, pero la cruda realidad es que la mayoría de los mortales nos vemos obligados a elegir cuidadosamente.
Por ello, te recomendamos que cojas papel y lápiz, busques un lugar tranquilo para que apuntes lo siguiente:
Venga, te damos un momento...
¿Lo tienes ya?
¡Perfecto!
Ahora que ya sabes el cuándo y el cuánto, echa un vistazo a nuestro artículo sobre Las mejores épocas para viajar según el destino. Ahí podrás encontrar un calendario donde te sugerimos algunas ideas para cada mes del año: unas para un viaje corto, y otras para un viaje largo. Así siempre tendrás dónde elegir ?¡Ah!, y no te olvides que a la hora de calcular tus gastos debes tener siempre en cuenta no solo los gastos de transporte y alojamiento, sino también lo que gastarás en el destino en comidas, entradas, detallitos para la familia (esa camisa para tu sobrino de “Estuve en Covadonga y me acordé de ti"), ya sabes.
La antelación es la clave, y vamos a explicarte por qué. Piensa que eres una aerolínea y vas a mover un avión desde un punto A hasta un punto B. El avión tiene 100 plazas, y para que el trayecto sea rentable, deberás llenar, al menos, 30.Urge garantizar que esa rentabilidad, por lo que esas primeras 30 plazas saldrán al mejor precio posible. Después, una vez esas plazas estén ya reservadas y la aerolínea respire tranquila, dejará de ofertar vuelos tan económicos.
Obviamente las cifras son solo un ejemplo, pero esperamos que haya servido para que comprendas por qué razón en un mismo vuelo hay gente que ha pagado 50€, y otros que han pagado 150€.Anticípate y se de esos primeros afortunados?
Hay una canción de Marvin Gaye que decía algo así como que cruzaría cada alta montaña, cada valle profundo y cada ancho río para llegar a donde ella estuviera.
¿Te cuento algo? Ese tío miró la caducidad de su DNI antes de salir de casa.
Sé cómo ese tío.
Y es que, a todos nos ha pasado alguna vez algo parecido. Nos centramos en las cosas más evidentes como los vuelos, el alojamiento y las entradas a los eventos, y nos olvidamos de algo tan sencillo como asegurarnos de que contemos con toda la documentación y esta esté en regla.
Asegúrate de qué documentación necesitas para acceder al país que vas a visitar. Y cuando lo hayas hecho... ¡vuélvete a asegurar!
De verdad, es una verdadera tragedia que lleves meses y meses preparando tu maravilloso viaje a el caribe, y se vaya al traste porque, por ejemplo, tu avión haga una escala en Estados Unidos y no te hayas sacado el ESTA.
Además, no te olvides de otros documentos como el Permiso de conducción internacional si tienes pensado conducir en tu lugar de destino, u otros certificados para actividades que así lo requieran, como el buceo, etc.
Por suerte, por supuesto, si tienes una reserva con nosotros, cuentas con todo un equipo de verdaderos expertos que te ayudarán en TODO. Si tienes cualquier duda, ¡avísanos y te la resolvemos!
Ay, ¡qué dura es la vida del aventurero! Con lo que yo corría en dirección contraria cuando era pequeño y me enteraba de que me iban a poner una vacuna…y aquí estoy ahora, recomendándote que lo hagas.
Y es que, hay que tomárselo en serio. Cuando viajamos a zonas del planeta donde corremos el riesgo de contraer ciertas enfermedades graves que son fácilmente evitables con una simple vacuna, no lo podemos dejar pasar.
Localiza tu Centro de Vacunación Internacional (CVI) e infórmate de las vacunas recomendadas para tu destino y época del año. Recuerda hacerlo con tiempo suficiente, ya que hay algunas vacunas que requieren varias dosis con grandes intervalos entre sí, y hay otras que no pueden administrase simultáneamente para evitar posibles reacciones.
No olvides que hay un Certificado Internación de Vacunación que deberá ser correctamente sellado si quieres visitar determinados países.
El servicio del Centro de Vacunación internacional es gratuito. Recuerda pedir cita con al menos seis semanas de antelación, o incluso más si vas a partir en temporada alta.
Puedes pedir la cita pinchando aquí.
En 1970, el astronauta Jack Swigert, a bordo del Apolo 13 pronunció las siguientes palabras:-Houston, tenemos un problema.
Seguidamente, todo un equipo de ingenieros y miembros de la misión en la Tierra se pusieron manos a la obra para solucionarlo. Poco después, el módulo lunar Aquarius aterrizaría en nuestro planeta con toda la tripulación sana y salva.
Y bueno, vale, es cierto, lo reconozco. Me he pasado un poco.
Torcerte un tobillo al salir de tu taxi en Bangladesh no es lo mismo. Pero sí queremos que te sientas igual de respaldado.
Viajar con seguro es absolutamente imprescindible, y créeme, en esto sí que no exagero.
No es necesario que ocurra nada catastrófico, una simple caída o un dolor de barriga puede traerte complicaciones si no cuentas con la asistencia sanitaria adecuada.
Por ello, contar con un buen seguro que piense en ti, que te cuide, y que te respalde cuando necesites ayuda es algo primordial.
Y si el riesgo para tu salud no te parece razón suficiente, piensa ahora en tu bolsillo: En España la asistencia sanitaria pública está garantizada, y quizás por ello no nos hagamos a la idea de que en otros países como te dé, por ejemplo, una apendicitis, vas a tener que pedir una hipoteca.
Además de todo esto, la mayoría de los seguros añaden coberturas por pérdidas de vuelo, de equipaje, u otras similares, que pueden llegar a ser verdaderamente útiles.
Así que, ya sabes, si te pones el cinturón cuando vas en coche, o el casco cuando vas en moto, lleva seguro cuando te vas de viaje.
Vale, cuando llegues hasta aquí ya tendrás todo lo necesario para llegar al país de destino de forma económica, correcta, y segura.
Ahora nos toca la mejor parte: ¿Cómo hacemos para exprimir de la forma más eficiente el tiempo del que disponemos?
La clave está en que nos esforcemos por conocer el destino.
Averigua qué eventos habrá disponibles, dónde están, qué lugares quieres visitar, cuáles son los mejores restaurantes, los días gratuitos en los museos, y porque no, los lugares más instagrameables.
Una vez tengamos todos estos datos, además de poder elegir mejor la zona donde buscarás alojamiento, también podrás empezar a hacerte un plan de todo.
Apunta tus días de viaje, y distribuye entre ellos primero las actividades que deban ser en una fecha concreta.
Por ejemplo, si vas a ver un musical que sólo se representa los miércoles, trata de aprovechar ese día para realizar todas las actividades que se encuentren cerca de ese lugar.
Esta es la teoría, y es una teoría que funciona muy bien, pero te avisamos, no te vuelvas un robot. Lo mejor de los viajes es mantenerse flexible a nuevos planes y llevar la mente abierta.
Y recuerda, no sufras de ese mal endémico que es intentar verlo todo. A no ser que cuentes con muchísimo tiempo, en la mayoría de los destinos te va a costar mucho y te generará frustraciones.
Es mejor elegir lo que más te llame la atención y disfrutar de un viaje más relajado.
Respecto al alojamiento hay muchas cosas que son cuestión de gusto personal, y del nivel de confort que cada uno quiera y se pueda permitir, pero por encima de todo eso hay una verdad universal: La ubicación es la clave.
Es verdad que hay ciudades muy bien conectadas, pero disfrutar del placer de, en el momento que quieras, poder subir al hotel a cambiarte esos zapatos que te están matando, a descansar 5 minutos, o a buscar la tarjeta de memoria de la cámara de fotos que sacaste la noche anterior y te olvidaste de volver a colocar, no tiene precio.
Puede ser que ahora te parezca un detalle no tan importante, pero cuando estés en destino lo agradecerás muchísimo.
Y no creas que ser céntrico es sinónimo de ser caro, siempre hay opciones para todos los bolsillos, y sólo es cuestión de, como con los vuelos, reservar con suficiente antelación.
Además, recuerda averiguar si el destino al que viajas aplica algún tipo de tasas turísticas. A veces pueden ser un buen pico y si no las tenemos en cuenta pueden descolocarnos el presupuesto.
Por último, no olvides asegurarte del voltaje con el que funcionan los aparatos y lleva el tipo de adaptador que corresponda para poder cargar todos tus dispositivos cuando llegues cada noche al hotel.
Son las 4 de la mañana.
Después de 8 horas sobrevolando el océano, tu vuelo acaba de aterrizar.
Un país desconocido, con un idioma y costumbres diferentes te espera al otro lado de la puerta de llegadas del aeropuerto.
¿Y ahora qué?
Si quieres contar con la tranquilidad de un traslado personalizado y totalmente seguro hasta la mismísima puerta de tu alojamiento, no te lo pienses, resérvalo con antelación y será una cosa menos en la que pensar.
Y no creas que son servicios caros. Si quieres una limusina con servicio de coctail, pues bueno, sí, será caro. Pero si contratas un traslado compartido normal, contarás con las mismas ventajas y valdrá la pena de sobra.
Si esto no te convence, siempre hay alternativas.
En la mayoría de los aeropuertos suele haber un servicio regular de guaguas o trenes que enlazan con el centro de la ciudad por un precio bastante económico.
Si sois suficientes, la opción del taxi puede convertirse en una alternativa muy a tener en cuenta, pero eso sí: Siempre taxis oficiales. Asegúrate de que no te la cuelan.
A la hora de pagar los servicios en destino, asegúrate de contar con una tarjeta que no te vaya a fundir a comisiones por cada pago que hagas.
La mayoría de los bancos tienen tarjetas con condiciones especiales para tus viajes al extranjero. Échale un vistazo a la que te ofrece tu banco y valora si te compensa.
Si ves que no te convencen, revisa las alternativas independientes que hay disponibles en el mercado. Seguro que alguna se adapta a tus necesidades.
A pesar de esto, siempre debes llevar algo de dinero en efectivo.
Lo mejor es que lo tramites directamente con tu banco con suficiente antelación. Las casas de cambio que hay en los aeropuertos son más inmediatas, pero suelen tener comisiones más altas.
Intenta llevar cierta cantidad en billetes pequeños, te puede hacer falta para pagar pequeñas cosas en lugares que no cuenten con pago con tarjeta.
El resto, llévalo dividido en algún lugar oculto donde sepas que será difícil de encontrar por los amigos de lo ajeno.
Una de las cosas buenas de estar de viaje es alejarse de lo cotidiano y cambiar de aires por un tiempo. Pero oye, tampoco queremos desaparecer del todo.
Es importante encontrar una forma de mantenernos en contacto con los nuestros, y a ser posible, sin una factura de teléfono desorbitada a la vuelta.
Para evitar sorpresas, asegúrate de las condiciones de tu compañía. Hay algunas que cuentan con condiciones especiales para el uso de datos en muchos países.
Si no coincide con la tuya y no quieres cambiar de compañía, puedes valorar la idea de comprarte una tarjeta de prepago y usarla sólo durante el viaje.
Si no, hay compañías especializadas en tarjetas de datos para viajes con muy buenas tarifas.
Eso sí, cómpralas con antelación para que te llegue antes de tu partida.
¡Oh! el equipaje, qué momentos de lucha al más puro estilo pressing catch hemos vivido todos intentando cerrar una maleta repleta después de haber dicho eso de:
-Ná, si yo sólo me voy a llevar cuatro cosas.
Y es que, después de esas cuatro cosas, llegan los por si acaso.
Por si acaso llueve, por si acaso hace sol, por si acaso voy a la playa, por si acaso voy a la montaña.
Para evitar esto, sé realista con tus actividades e infórmate bien sobre la climatología.
A todos nos gusta salir guapos en las fotos, pero intenta dar prioridad a la comodidad y no trates de llevarte un millón de prendas diferentes.
Y lo más importante: asegúrate bien de cuál es la política de equipajes de la compañía y vuelo que has contratado.
Debes saber:
Respondiendo a esas simples preguntas te ahorrarás un montón de quebraderos de cabeza al llegar al aeropuerto.
¡No serías el primer pasajero que se ve obligado a aligerar su maleta vistiéndose con varias capas de pantalones y chaquetas!
Tic, tac, tic, tac…
¡Ahora sí que sí!
A lo largo de este artículo te hemos ido dando las claves para convertirte en un verdadero Sensei Viajero?
1. Planificación inicial: ¿Cuándo puedo viajar? ¿Cuánto tiempo? ¿Qué presupuesto tengo?
2. Comprar los vuelos: ¡La antelación es la clave!
3. Documentación: Asegúrate y luego vuélvete a asegurar
4. Vacunas: El Centro de Vacunación Internacional es tu amigo.
5. Seguro: Hazte sentir respaldado en todo momento.
6. Conocer el destino: Conoce el terreno para establecer la estrategia.
7. Alojamiento: La ubicación es la clave.
8. Traslado: ¡Del aeropuerto a la mismísima puerta de tu alojamiento!
9. Dinero: ¡Huye de las comisiones!
10. Conectividad: Ojo con las facturas de las compañías de teléfono.
11. Equipaje: Menos, es más. Asegúrate de qué y cuánto puedes llevar.
Si sigues todos los pasos, te garantizamos que en tu próximo viaje disfrutarás de momentos que jamás olvidarás, y que pasarán a formar parte de ese catálogo de cosas que hacen que vivir sea algo tan bonito.
Y recuerda, detrás de nuestro logo se encuentra todo un equipo de personas que vivimos apasionados por viajar y por hacer que tu viaje a los confines del mundo, o a la vuelta de la esquina, sea tal y como esperas