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El mundo está lleno de destinos increíbles y yo he tenido la inmensa suerte de visitar una pequeña parte de ellos, y de entre todos los que he visitado y a pesar de que todos tienen su encanto, sin duda creo que podría decir que África es el que más me ha gustado y sorprendido a partes iguales.
Nunca antes de hacer nuestro safari por Tanzania habíamos pensado en visitar este país, y ahora sólo estamos deseando volver, lo que espero es que sea pronto. Porque África te engancha, tiene un halo que te embriaga, te hace convertirte en un yoqui de sus atardeceres, de su luz, de su gente y de sus paisajes…
Un safari por sus tierras es una experiencia tan especial que creo que poca gente puede quedar indiferente a una visita a sus parques. Nosotros pasamos 6 noches y se nos pasaron ¡tan rápido!...
Dudábamos entre un combinado de Kenia y Tanzania o hacer sólo uno de los dos países, al final Tanzania tiene mucha menos distancia entre sus parques que Kenia por lo que nos decantamos por esta última para no perder mucho tiempo en los desplazamientos.
Una vez allí nos dimos cuenta de que fue una decisión acertada, ya que a pesar de haber mucha menos distancia que en Kenia, hubo trayectos que nos llevaron hasta 5 horas, y las carreteras muchas veces no son como las que estamos acostumbrados a tener aquí en España por lo que mi primera recomendación es que si tienes dudas, mejor Tanzania.
La diferencia entre un buen guía y uno malo puede hacer que no pares de ver animales, o que te vengas de Tanzania habiendo visto algún león, elefantes y cebras que hay por doquier. Nuestro guía era ¡increíble!, muchas veces te recomiendan llevar un conductor y un guía para que así el guía pueda hacer su trabajo de búsqueda, pero si la persona es experimentada como lo fue nuestro guía Goodluck ese gasto doble no es necesario, veía cosas conduciendo que ni nosotros fijando la vista muchas veces éramos capaces de ver.
Yo soy una enamorada de los animales por lo que quizá la gente que me conociera podría decir que es normal que volviera entusiasmada de mi viaje, pero Javi no lo es, no quiere decir que no le gusten, pero no es algo que le entusiasme como a mí. Sin embargo, el vino más alucinado aún si cabe que yo.
Puede parecer aburrido estar 6 días haciendo “excursiones – safari” diarios por las mismas zonas, pero inclusive nosotros que hicimos hasta 5 safaris en Serengeti nos parecieron pocos, a fin de cuentas la naturaleza es algo vivo y en constante movimiento, no es como un zoo o un parque con fauna en el que los pobres no tienen mucho que hacer.
Aquí en cada salida tenías la adrenalina expectante a ver una manada de leonas cazando, un guepardo descansando en un árbol, unos leopardos subiendo a tu coche, encontrarte un búfalo al volver de tu cena… y así podría enumeraros cada una de las experiencias que vivimos en 6 días, y creedme, que son espectaculares todas ellas.
La experiencia de dormir rodeado de animales salvajes es única, y no es tan peligrosa como parece dicho así. Los campamentos están perfectamente equipados, muchas veces más que cualquier hotel 3 estrellas español. Nosotros contratamos todas las noches en ellos y eran espectaculares.
En Serengeti todas las mañanas nos despertábamos viendo a una familia de hienas que tenía su madriguera a escasos metros de nuestra tienda.
En nuestro viaje recorrimos El parque Nacional del Tarangire, Serengeti, Lake Masek, Ngorongoro y aunque nos quedamos con muchísimas ganas de más y podríamos haber recorrido quizá más sitios, preferimos poder disfrutar de 3-4 que ir agobiados de aquí para allá.
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